Durante años, ayudé a empresas a llevar unas finanzas en orden y crecer.

Estudié contabilidad. Trabajé en administración y finanzas. Aprendí a leer balances, armar presupuestos, tomar decisiones con números.

Era buena en eso.

Pero había algo que no encajaba.

Porque mientras ayudaba a otros a tener claridad financiera, yo vivía con un caos interno que ningún Excel podía resolver.

Ganaba dinero, pero no sentía paz.

Sabía de números, pero mi relación emocional con el dinero estaba rota.

Y no entendía por qué.

Hasta que empecé a mirar más profundo.

Y descubrí algo:

Cargaba mandatos y creencias que no eran mías por naturaleza.

Una voz que me decía: "No te creas tanto."

Un patrón inconsciente que me hacía achicarme cada vez que intentaba crecer.

Y entendí que no era la única.

Que muchas mujeres empresarias viven exactamente lo mismo:

Facturan bien, pero sienten ansiedad constante.

Saben de negocios, pero evitan mirar sus números.

Tienen éxito visible, pero no tienen paz interna.

Entonces hice algo que no esperaba:

Emprendí.

Y empecé a formarme en lo que mi alma me pedía:

Breathwork. PSYCH-K. Registros Akáshicos. Terapia profunda.

No para "agregarle espiritualidad" a mi trabajo.

Sino porque entendí algo fundamental:

Las finanzas no se ordenan solo con estructura.

Se ordenan sanando el patrón que las sabotea.

La paz financiera no empieza en una hoja de cálculo.

Empieza en tu cuerpo.

En tu sistema nervioso.

En los patrones heredados que operan sin que te des cuenta.